A muchos jóvenes y, también, a
muchos padres y madres les despierta preocupación las poluciones nocturnas o “sueños
húmedos”, como las llaman los adolescentes. Cuando a los chicos en la etapa de
la pubertad les ocurre esto, no saben por qué les pasa y los padres no saben
cómo explicárselo o simplemente no saben por qué ocurre.
¿Cómo sucede? ¿Por qué?
Para que sepamos de qué estamos hablando, la polución nocturna es
una pequeña salida involuntaria de semen que tiene lugar durante el sueño, sin
orgasmo. No debe confundirse con “eyaculación”, ya que ésta es voluntaria y va
acompañada del orgasmo. Normalmente la cantidad de semen suele ser menor y se
expulsa con menos fuerza que durante la eyaculación. En muchas ocasiones no
está relacionada con los sueños eróticos, sino que es considerada una reacción fisiológica
natural del organismo para mantener el buen funcionamiento de los genitales
masculinos, normalmente cuando hay una acumulación excesiva de semen. Pueden tener
lugar hasta varias poluciones en una sola noche, su frecuencia varia mucho y no
todo el mundo las experimenta. Este fenómeno suele comenzar a producirse sobre
los 12 ó 13 años, aunque puede comenzar antes, no tiene una edad de comienzo
fija, pero siempre coincidiendo con la pubertad.
Normalmente los adolescentes no
se lo cuentan a sus padres o madres por vergüenza o por miedo a que sean
recriminados, pero en ocasiones los adultos se dan cuenta de lo que ocurre,
bien porque se dan cuenta al cambiar las sábanas o porque los jóvenes tienen
una actitud que en ocasiones les delatan (como intentar, por ejemplo, meter las
sábanas a lavar sin que las personas que conviven con él se enteren). La
actitud deseable sería tratar el tema con total naturalidad ya que, como he
dicho anteriormente, es una reacción fisiológica del cuerpo, episodios
naturales en el desarrollo del hombre.
Si tenéis alguna otra duda, ya
sabéis, escribidme sin dudarlo ;)
Paula Sánchez, Sexóloga
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