jueves, 24 de enero de 2013

Fantasías sexuales ó eróticas



Las fantasías sexuales son representaciones mentales creadas por el subconsciente teniendo como tema principal las relaciones sexuales. Freud las definió como "representaciones no destinadas a ejecutarse". Pueden ser creadas de manera voluntaria (en estado consciente) o involuntaria (normalmente durante el sueño). Suelen comenzar al tiempo que comienza la actividad sexual y nos acompañan el resto de nuestra vida.

Siempre se ha creído que los hombres son los que tienen fantasías sexuales mucho más comúnmente que las mujeres. Pues bien, esto no es así. Las mujeres también son fantaseadoras activas aunque, diría yo, de una forma algo diferente. El caso es que durante muchos años se ha oprimido el derecho a la sexualidad de las mujeres y por ello se ha temido ser criticadas por tener una sexualidad tan plena como la de los hombres.

Al contrario de lo que se pueda pensar, la mayoría de las fantasías que tienen lugar en la mente del hombre y la mujer no suelen querer llevarse a la práctica. Las personas que fantasean no presumen de querer hacer sus fantasías sexuales realidad. ¿Por qué? En la gran mayoría, las fantasías sexuales suelen estar en contra de las creencias o los valores del sujeto. Por ejemplo, es bien conocido una fantasía femenina: la fantasía de la violación. ¿Realmente las mujeres que tienen esta fantasía quieren ser violadas? A todas les espanta la idea. Tenemos que ser capaces de diferenciar entre fantasía y deseo. Si la fantasía se lleva a la práctica, deja de tener su esencia de ser algo que está lejos de alcance, que solo utilizamos para lucrarnos sexualmente en un momento determinado. Son una forma de explorar, sin peligro, todas las ideas y acciones que podrían asustarles en realidad” (situación ficticia). Sin embargo, el deseo es algo que anhelamos que ocurra, que realmente queremos tener en algún momento (situación real). Esto tiene que ser entendido bien, ya que puede crear problemas (o no) en algunas parejas que no tengan esto claro.

Si tenemos la posibilidad de analizar las fantasías de los hombres con las fantasías de las mujeres, podemos observar una gran diferencia. Es muy común que en las fantasías sexuales masculinas, son ellos, los hombres, los que desean al sujeto o sujetos que aparecen en sus fantasías. Sin embargo, en las fantasías sexuales femeninas, son las mujeres las que son deseadas por el sujeto o sujetos de sus fantasías. Esta demás decir que se pueden dar casos a la inversa, naturalmente.

Yo os recomiendo leer dos libros que tratan sobre las fantasías sexuales de mujeres y de hombres. Se titulan “Mi jardín secreto” y “Sexo: varón”, respectivamente. Estos dos libros son escritos por la misma autora Nancy Friday, y es una recopilación de relatos de hombres y mujeres que han contado sus fantasías.
















Cualquier cosa que me queráis preguntar, ya sabéis, tenéis mi correo a vuestra disposición o podéis también dejar un comentario.

Paula Sánchez, Sexóloga

sábado, 12 de enero de 2013

Minorías Eróticas: El Sadomasoquismo



Después de una temporada sin escribir por motivos de trabajo, saco un hueco. Esta entrada la redacto en relación con mi última lectura: 50 sombras de Grey. Hay mucha gente que ha leído la trilogía, otra que no o que la tiene a medias. Lo que sí sabe todo el mundo es que se trata de una trilogía de novelas eróticas. Siento si le estropeo antes de comenzar la lectura a algún/a lector/a de este blog, pero  he de aclarar que lo que flota en las novelas son relaciones sadomasoquistas. De ahí el origen de esta entrada ya que, aunque después de leerlo me da la sensación de que muchas personas siguen pensando que hay maltrato, la verdad y, desde mi humilde punto de vista, para mí no lo hay. Y el objetivo de esta entrada es aclarar esto. Me parece una forma de vivir la sexualidad muy interesante. Asique, además de introduciros un poco en el mundo sadomasoquista, os dará para pensar en lo que sucede en esas novelas que tanto están dando que hablar.



El sadismo es la obtención de placer al realizar actos de crueldad o dominio. Este disfrute puede ser de naturaleza sexual y consensuada, en cuyo caso se considera una de las parafilias que se engloban bajo el acrónimo BDSM. El sadismo es una característica de la naturaleza humana, difícil de identificar en otras especies, ampliamente documentada desde los orígenes de la especie mediante hallazgos antropológicos y obras históricas. El término sadismo viene del Marqués de Sade, escritor y filósofo francés autor de numerosas obras donde el sadismo sexual ocupa un papel de gran importancia.

El antónimo de sadismo es el masoquismo. El masoquismo es la obtención de placer al ser víctima de actos de crueldad o dominio. Este disfrute también puede ser sexual o asexual. La característica fundamental del masoquismo que lo distingue de otros tipos de sumisión es la algolagnia, esto es, la satisfacción obtenida sufriendo dolor físico en distintos grados. El masoquismo parece hallar su satisfacción en las sensaciones de orden, control, contra los propios impulsos, abandono temporal o permanente de las propias responsabilidades, el alivio de las sensaciones de culpa a través del castigo, etc.

El sadomasoquismo es, por tanto, un acrónimo de estos dos términos.


¿Cómo es la relación sadomasoquista? A continuación, pongo como ejemplo que el sádico es un hombre y la masoquista una mujer, aunque pueden darse varias combinaciones.

En primer lugar, diferenciar dos figuras: Amo/a (sádic/a) y Sumiso/a (masoquista). Por lo tanto se trata de una relación de dominación-sumisión. Un Amo o Dominante, controla las acciones, emociones y destino de una esclava o sumisa. El Amo seduce a su esclava con su poder, la esclava seduce a su Amo con su humildad y servilismo. El sexo forma parte de su relación. Como en cualquier otra clase de relación, es una vía de dos sentidos. El Amo necesita a la esclava de la misma manera que la esclava necesita al Amo, dependiendo el uno del otro para satisfacer sus necesidades. Cada uno de ellos tiene diferentes necesidades, que se definen con sus roles de Dominante o sumisa y los dos están satisfechos, aunque de diferente forma. Cada relación tiene su propia manera de vivirla. Cada relación  es diferente, aunque hay algunas reglas básicas que son universales.



LOS ROLES

Dominante

Muchos dominantes inexpertos creen que todo lo que necesitan es simplemente ordenar a su sumisa como decidan. Hay mucho que decir sobre lo que se necesita para ser un buen Dominante.

La dominación no es dar órdenes aleatoriamente. Un buen Dominante encontrara el modo de que la sumisa encuentre placer en la dominación, es el protector, maestro y amante de su sumisa.

Como protector, el Dominante debe ser más fuerte que su sumisa y del resto de la gente que forma parte de la vida de su sumisa, no me refiero a fortaleza física, sino de carácter y personalidad.

Como maestro, el Dominante debe ser recto y por encima de todo, ecuánime, no puede castigar a su sumisa arbitrariamente, debe tener una razón. Si se extralimita, puede romper la confianza y seguridad que la sumisa ha depositado en él. El Dominante debe ser respetado por la sumisa. El respeto y la confianza deben ser ganados a pulso por el dominante, siendo justo, recto, repartiendo premios y castigos de la forma apropiada. La figura del dominante no aparece para degradar e inflingir dolor a la sumisa, pero si para llevarla al camino correcto que le lleve a servirle y amarle.

 Como amante, el dominante debe ser cariñoso, y en cuando es necesario, severo. Tiene que saber que solo Él puede proporcionar placer a la sumisa y que no puede ser negligente en este aspecto. El dominante debe, cuando proceda, ser gentil y tierno con la sumisa, apoyarla. La relación no es solo una demostración de poder, el dominante se preocupa del bienestar de la sumisa, Si un castigo es necesario para parar una acción nociva para la sumisa, este procede del Dominante, por otra parte, una acción correcta por parte de la sumisa debe ser recompensada por este con amor y cuidados.

Amo

El Amo posee un mayor grado de control en la relación, sigue las mismas reglas que el Dominante, pero en un sentido más estricto. Puede poseer una esclava, y puede llamarla, así mismo, sumisa. La esclava es hecha suya o marcada por el Amo. El Amo la considera su más preciada y amada posesión, por encima de todo. Contrariar sus reglas será penado de la forma más severa en la mayoría de las ocasiones, del mismo modo, cuando está satisfecho, colma de amor y cuidado a su esclava. El Amo es muy protector, ya que su esclava depende totalmente de Él.

Sumisa

Para estar seguros, la esclava sirve y el Amo recibe. Pero eso no implica que la esclava no tenga autoestima. Sus necesidades son reales y podría romper la relación si sus necesidades no son satisfechas.

El rol de sumisa aparece para ser, de alguna manera, más fácil, pero de hecho, la sumisa juega un gran papel en cómo se forma la relación. La regla principal que debe seguir la sumisa es seguir las directrices del Dominante y complacerlo. Ser sumisa no implica ser el felpudo del Dominante, la sumisa es su compañera,  pupila y amante.

Como compañera la sumisa es tratada con respeto y dignidad, puede opinar y compartir las actividades del Dominante. Esta es la parte de la relación en la que son más iguales.

Como pupila, la sumisa aprende como complacer al Dominante, y cuando lo hace, espera ser recompensada por ello, así mismo, cuando no lo hace, o hace mal algo, espera el correctivo con el ánimo de que la lleve al camino correcto.

Como amante, lo único importante para la sumisa es el placer  del Dominante,  olvidando el suyo propio, que reside en complacerle, no lo hace por miedo, castigo o recompensa, sino porque desea su felicidad y no quiere, de ninguna manera, contrariarle.

Esclava

La esclava es el mayor grado de sumisión en las relaciones. Su principal propósito es servir las necesidades y deseos de su Amo, a quien entrega totalmente el control, porque sabe que su Amo lleva su bienestar muy dentro de su corazón. La esclava está marcada por su Amo de alguna forma para reconocerla como posesión suya, puede ser mediante un tatuaje, un piercing, incluso con un collar físico. La relación Amo/esclava tiende a ser para toda la vida. La esclava es conducida a un más alto nivel de conducta y complacencia que una típica sumisa, debido a que la esclava ha delegado el control de su vida a su Amo.



CONTRATO DE SUMISIÓN

Existe un contrato entre el Amo y la Sumisa, donde queda pactado qué se tolera y qué no. Esto es consensuado entre las dos partes y debe cumplirse en todo momento. Recalcar que existen las llamadas “palabras de seguridad”, que serán utilizadas por la sumisa en caso de llegar a alguno de los límites marcados en el contrato. Aquí os dejo (os copio) un ejemplo de contrato para que os hagáis una idea.



_____, sumisa, en posesión de su persona, consiente y manifiesta que desea y pretende entregarse totalmente en las manos de __________, su Amo. Por su parte el Amo, ______, consiente y manifiesta que desea y pretende tomar posesión de su sumisa, ___.

Por la firma de este Contrato de Sumisión, se acuerda que la sumisa cede todos los derechos sobre su persona, y que el Amo toma completa posesión de la sumisa como propiedad, reclamando para sí mismo su vida, su futuro, su corazón y su mente.



 1.0.0 Deberes de la Sumisa

 (a) La sumisa acepta obedecer y someterse completamente al Amo. Sin límites de lugar, tiempo o situación, en la cual la sumisa pueda deliberadamente rechazar obedecer las órdenes de su Amo, excepto en las situaciones donde se aplique el veto de la sumisa (sección 2.0.1).

 (b) La sumisa también acepta, una vez firmado el Contrato de Sumisión, que su cuerpo pertenece a su Amo, para ser usado como este considere conveniente.

 (c) La sumisa comprende que todo lo que tiene, y todo lo que hace, pasara de derecho a privilegio, otorgado solo cuando el Amo lo desee, y solo hasta el punto que el lo desee.



 2.0.0 Palabra de Seguridad

 Si la sumisa siente que la situación se aproxima al límite de lo imprevisto, puede pronunciar la palabra de seguridad "AMARILLO" para indicarlo. El Amo acepta evaluar la situación en la que la sumisa pronuncio dicha palabra y usara su capacidad para modificar la actividad o detenerla completamente.

La sumisa está de acuerdo en atenerse a la decisión del Amo.

El Amo está de acuerdo en no castigar a la sumisa por el uso de la palabra de seguridad.

 2.0.1 Veto de la Sumisa

 La sumisa, cuando lo considere oportuno, tendrá poder de veto sobre cualquier orden dada por el Amo, cada vez que ella pueda legítimamente rechazar obedecer esa orden. Esto será indicado con la palabra de seguridad "ROJO". El uso de la palabra de seguridad "ROJO" precisa la inmediata conclusión de la actividad, es considerado un veto, y puede ser motivo de conclusión del Contrato de Sumisión.



 3.0.0 Conducta de la Sumisa: General

 (a) La sumisa se esforzara en amoldar su cuerpo, apariencia, hábitos y actitudes conforme a los deseos del Amo. La sumisa está de acuerdo en cambiar sus actos, forma de hablar y vestidos para expresar su sumisión. La sumisa hablara siempre a su Amo en términos de amor y respeto. Se dirigirá a el apropiadamente (p.e. "Amo", "Señor", "Papi", "Guardián", etc.).

 (b) La sumisa ambicionara y se esforzara en aprender como agradar a su Amo y aceptara agradecida cualquier crítica y en cualquier forma que el Amo elija.

 (c) La sumisa renuncia a todo derecho de intimidad u ocultamiento a su Amo. Esto incluye fotografías y videos de la sumisa, en cualquier situación, para ser usadas y mostradas por el Amo como este considere conveniente.

 (d) La sumisa está de acuerdo en exponer todos sus deseos y fantasías a la consideración del amo.

 (e) La sumisa responderá sincera y completamente, todas y cada una de las preguntas que el Amo le haga. La sumisa dará voluntariamente cualquier información que su Amo deba conocer sobre su condición física y emocional.

 (f) Cuando este en la misma habitación que su Amo, la sumisa pedirá permiso antes de salir de ella, explicando donde va y por qué. Esto incluye pedir permiso para usar el aseo.

 (g) La sumisa será responsable de mantener la limpieza y disponibilidad de todos los juguetes. Ninguno será usado sin el expreso permiso del Amo.

 (h) La sumisa es responsable del mantenimiento y realización de los quehaceres domésticos. Esto incluye lo siguiente:

          (i) Cocinar: Incluido preparar la comida para el Amo mientras está trabajando.

         (ii) Limpiar: Incluido pasar la aspiradora, quitar el polvo y limpiar cocina, baño y porche.

         (iii) Hacer la colada.

         (iv) Pagar todas las facturas en el momento oportuno.

         (v) Hacer los recados y la compra.

         (vi) Disponer la ropa del Amo antes de irse a trabajar.



 3.0.1 Apariencia de la Sumisa

 (a) La sumisa mantendrá y adornara sus órganos sexuales, asegurándose de que sean perfectamente asequibles para su Amo. Todas las partes del cuerpo de la sumisa podrán ser expuestas en público o en privado, para otros o para su Amo, cuando así sea ordenado.

 (b) La sumisa nunca cerrara ni cruzara sus piernas en presencia de su Amo, a menos que se le haya otorgado permiso especifico.

 (c) La sumisa nunca usara ropa interior, excepto cuando le sea permitido usar shorts o pantys, y no cubrirá su cuerpo con vestidos o cualquier material, excepto cuando el hacerlo y el diseño del vestido o el material sean expresamente aprobados por el Amo.

 (d) Minifaldas, botas, zapatos de tacón, ligas o medias, y tops o vestidos reveladores será su principal vestimenta en público.

 (e) La sumisa mantendrá su sexo limpio y rasurado o lo dejara crecer según el deseo de su Amo.

 (f) La sumisa cortara, peinara y teñirá su cabello como ordene su Amo.

 (g) La sumisa tendrá las uñas de pies y manos pintadas y cuidadas como desee su Amo.

 (h) El Amo tiene derecho a tatuar, poner piercings o marcar el cuerpo de su sumisa.

 (i) La sumisa llevara todo el tiempo, 24 horas al día, 7 días a la semana, una señal de su sumisión, dada por su Amo.



 4.0.0 Normas del Amo

 El Amo acepta la responsabilidad sobre el cuerpo de la sumisa y sus posesiones, para hacer con ellos lo que considere conveniente. El Amo esta de acuerdo en amar, cuidar, proteger y mimar a la sumisa, y cuidar de su seguridad y bienestar. El Amo acepta también el compromiso de entrenarle, castigarle, amarle y usarle como considere conveniente.



 5.0.0. Castigos

La sumisa está de acuerdo en aceptar cualquier castigo que el Amo decida infligirle, lo haya merecido o no. La sumisa está de acuerdo en que estos castigos puedan ser infligidos por cualquier infracción de la letra o el espíritu de este Contrato de Sumisión, y aceptara agradecida la corrección. La forma y duración del castigo serán a gusto del Amo. Puede castigarle sin razón, solo para su placer. La sumisa goza del derecho a llorar, gritar o suplicar, pero acepta el hecho de que esta expresión de sentimientos no afectara su tratamiento. Igualmente acepta que si su Amo se cansa de sus ruidos, podrá amordazarla o adoptar otras acciones para silenciarla.



 6.0.0 Otras personas

 (a) La sumisa no buscara otro amo o amante, ni tendrá relaciones sexuales o de sumisión con otros, ni tan siquiera 'virtual' o 'cyber', sin el permiso de su Amo. Hacerlo será considerado una violación del Contrato de Sumisión y tendrá como resultado un castigo extremo o la ruptura del Contrato.

 (b) El Amo puede aceptar otras sumisas o amantes, pero debe tener en cuenta la respuesta emocional de su sumisa.

 (c) La sumisa está de acuerdo en que su Amo posee el derecho a determinar cuándo otros pueden usar su cuerpo y en que forman lo usaran. El Amo tratara este tema previamente con la sumisa. La sumisa no tiene elección sobre otras parejas, con la excepción de que jugar con otros debe ser seguro.



 7.0.0 Alteración del Contrato de Sumisión

 El Contrato de Sumisión no puede ser alterado a menos que ambas partes estén de acuerdo. Si el Contrato es alterado el nuevo se imprimirá y será firmado, y el viejo Contrato será destruido.



 7.0.1 Terminación del Contrato de Sumisión

 Este Contrato puede darse por terminado en cualquier momento por cualquiera de ambas partes.



 8.0.0 Firma de la Sumisa

 He leído y comprendido este Contrato de Sumisión. Estoy de acuerdo en entregarme por completo a mi Amo, acepto cualquier reclamación sobre mi cuerpo, corazón, alma y mente. Comprendo que seré dominada, entrenada y castigada como sumisa y prometo cumplir todos los deseos de mi Amo y servirle con lo mejor de mis habilidades. También comprendo que me puedo retractar de este Contrato de Sumisión en cualquier momento.



 Firma:                                        Fecha:





Con esto termino la entrada. Espero que os haya resultado interesante, a mí me lo parece. Y también espero que os haya ayudado a aclarar algunas dudas que se tengan con respecto confundir maltrato con una puesta en práctica peculiar de vivir la sexualidad donde ambas partes están de acuerdo en llevar a cabo. Deciros que hay cosillas por internet para investigar sobre este tema y que yo me he ayudado de ello, ya que es un tema complejo que necesito mirar con detenimiento para intentar no meter la pata.

Si tenéis alguna duda me escribís, bien sea dejando un comentario o al mail que está a vuestra disposición.


Paula Sánchez, Sexóloga