miércoles, 26 de diciembre de 2012

La Respuesta Sexual Humana (RSH)


La respuesta sexual humana (RSH) es la reacción que tiene el cuerpo humano a los diferentes estímulos sexuales. Todo hombre y toda mujer pasan por diferentes etapas durante esta respuesta sexual donde se podrán distinguir una serie de cambios físicos y emocionales. La respuesta sexual del hombre y de la mujer más que diferenciarse, se parecen, aunque tienen sus peculiaridades.

En sexología, se ha ido estudiando este fenómeno y se han llegado a diferenciar 5 fases de la respuesta sexual humana:

  1. Deseo
  2. Excitación
  3. Meseta
  4. Orgasmo
  5. Resolución

La fase de deseo es imprescindible. Si no hay deseo, es muy difícil que se llegue a la excitación y sucesivamente a las posteriores fases.

Durante la fase de excitación, en el hombre se da la erección. Se aprecia un aumento de volumen y tensión en el pene debido a una mayor afluencia sanguínea en la zona. También se tensa el escroto, y los testículos ascienden y aumentan de volumen. En la mujer se notan menos, pero no por ello no se producen cambios. El primer síntoma es la lubricación vaginal, lo cual hace más fácil la penetración en casa de que se produzca. También se produce una hinchazón del clítoris y la dilatación de las paredes vaginales. Los labios mayores se apartan de la entrada de la vagina y el útero se eleva.

La fase de meseta es aquella donde se mantiene el nivel de excitación tanto en hombres como mujeres, lo que conlleva a una tensión sexual necesaria para poder llegar al orgasmo.

La fase del orgasmo es donde toda esa tensión sexual se descarga mediante una serie de contracciones más o menos regulares. Es el punto álgido de la excitación. Los músculos se tensan al máximo para después proceder a la relajación de los mismos, lo que llamamos fase de resolución. Los hombres generalmente eyaculan (expulsión de semen a través de la uretra). Hay mujeres que expulsan algo de líquido que va acompañado de la sensación de orinar (squirting), aunque no es habitual.

Además de estas cinco fases, podemos observar una respuesta extragenital en la RSH. En los hombres se produce una erección en los pezones, rubor sexual (sobre todo en la piel del pecho), tensión y contracciones musculares, aumento de la respiración y la presión sanguínea, y contracciones en el esfínter del recto. En la mujer podemos observar un aumento de los pechos debido a la vasocongestión y erección de los pezones, rubor sexual (sobre todo en el pecho y el vientre), tensión y contracciones musculares, aumento de la respiración y presión sanguínea, y contracciones en el esfínter del recto.

La principal diferencia entre la respuesta sexual masculina y femenina es que, en la respuesta sexual femenina, es más larga y duradera la fase de meseta. Otra diferencia es que las mujeres, después de llegar al éxtasis o el orgasmo, si se sigue estimulando de forma correcta, la fase de resolución es muy breve volviendo a la excitación y posteriormente a otro orgasmo, mientras que en el hombre, la fase de resolución conlleva un mayor tiempo (periodo refractorio) hasta poder volver a excitarse.  Se ve claro en las siguientes gráficas:

Respuesta Sexual Masculina

 Respuesta Sexual Femenina


Paula Sánchez, Sexóloga

domingo, 23 de diciembre de 2012

Tuppersex, ¿qué es?



Realizo este post a petición de algunas de mis lectoras.

Muchas veces oímos a la gente hablar de tuppersex, pero nosotrxs no sabemos lo que es. Una reunión de tuppersex es una reunión, generalmente, de chicas donde una profesional (bien puede ser sexóloga o no) organiza una velada para que el grupo se divierta tocando, oliendo, probando…los diferentes productos eróticos que pueden añadir a tu experiencia sexual un punto divertido. Normalmente, estas reuniones se organizan en algún domicilio donde la profesional va acompañada por una maleta donde lleva los productos a enseñar y un catálogo más amplio, y se pueden realizar pedidos de los productos que os gusten. Su duración puede variar, llegando a durar hasta 3 horas. Son reuniones divertidas para pasar un buen rato con tus amigas y descubrir cosas nuevas. Algunos de los productos que podéis encontrar son: perfumes para despertar la líbido, cremas de masajes efecto frío-calor, vibradores, bolas chinas, estimuladores, lencería, afrodisiacos… Aquí os dejo un ejemplo. 

 



















Paula Sánchez, Sexóloga.

martes, 11 de diciembre de 2012

Minorías eróticas: el exhibicionismo


Una de las áreas sobre lo que me gusta leer es sobre las minorías eróticas o parafilias. Parafilia viene del griego para “al margen de” y filia “amor”. Por tanto, una parafilia es un patrón de comportamiento sexual donde la fuente de excitación no se encuentra en el coito, sino en otra cosa o actividad diferente. La Real Academia de la Lengua Española (RAE) define la parafilia como “desviación sexual”. Es muy común que a las distintas parafilias o minorías eróticas se les impongan adjetivos como “desviaciones”, “perversiones” o incluso “enfermedad mental”. Sin embargo, la concepción que Alfred Kinsey (importante sexólogo estadounidense de la primera mitad del S.XX) tenía de las “perversiones” es que son fenómenos biológicos naturales. Por lo tanto, las parafilias son consideradas, generalmente, inofensivas.


Hoy comienzo con una parafilia muy conocida: el exhibicionimo. Todo el mundo experimenta la necesidad de desnudarse ya sea en casa o en la playa, de niños o de mayores, sino que también pensamos en el público, la gente que nos puede observar. Esto nos produce una sensación de bienestar puramente físico. Pero solamente una minoría de gente en la sociedad manifiesta un instinto especialmente pronunciado a la hora de exhibirse. Este instinto forma parte integral de su vida. Aunque a menudo se pretenda lo contrario, el deseo de exhibirse está probablemente muy difundido entre las mujeres, lo que pasa es que el exhibicionismo de la mujer puede satisfacerse más fácilmente que el del hombre. Cuando nos imaginamos a un exhibicionista, lo primero que aparece en nuestro imaginario es el famoso hombre de la gabardina, por lo que el exhibicionismo de carácter genital es propio del exhibicionismo masculino. Entonces, puede decirse que hay exhibicionismo cuando alguien muestra su órgano sexual a otra persona con el objetivo de procurarse a sí mismo un goce sexual. Los exhibicionistas son unos eternos reincidentes.  La liberación de tensiones que procura el rito de exhibirse ejerce un atractivo. Sin embargo, frente a lo que se pueda pensar o creer, el testigo presencial de un caso de exhibicionismo probablemente lo considera un simple incidente. Por lo general, el exhibicionista no enseña el pene más de una breve fracción de segundo y, al hacerlo, se siente avergonzado, experimenta una sensación de terror y gozo a la vez. Rara es la vez que consigue una erección ya que la eyaculación produce en él un anti-clímax, lo deja sumido en una atmósfera de irritabilidad naciendo en él un hábito de excesiva masturbación que desgasta sus energías dejándole insatisfecho. Y, por supuesto, no son de carácter violento.


Se ha patologizado muchísimo este tipo de prácticas sexuales sin llegar a pensar que es una forma como otra cualquiera de vivirse como sujeto sexuado, una manera tan válida como otra cualquiera y que el deseo juega un papel fundamental.
La próxima vez que veáis a un exhibicionista, pensad que no os va a hacer ningún daño, sino que le está dando más vergüenza a él que a ti la situación y saldrá corriendo antes de que te des cuenta. Está intentando disfrutar de su sexualidad.



En próximas entradas, haré mención a otras minorías eróticas para acercaros más a estas realidades tan diversas y curiosas. No pretendo que compartáis lo que aquí escriba, sino que conozcáis un poco más estas formas de vivir la sexualidad como seres sexuados que somos.

FUENTE: Las minorías eróticas by Dr. Lars Ullerstan

Paula Sánchez, Sexóloga