martes, 19 de marzo de 2013

El clítoris



A lo largo de la historia, las mujeres hemos sufrido una gran represión sobre nuestra sexualidad quedando, en muchos países, invisible tanto para hombres como para las propias mujeres. Las mujeres no podíamos tener placer, solamente proporcionárselo a los hombres. Se habla muy poco a las niñas de lo que tienen, como mucho se les dice que tienen vagina o se les pone sobrenombres como “hucha”. El otró día hice una entrada sobre el tamaño del pene y su importancia para obtener y dar placer, asique por ello, hoy voy a hablar del clítoris, esa fuente de placer para las mujeres.


El clítoris es un órgano exclusivamente femenino cuya única función es proporcionar placer. Está unido a los labios menores y está recubierto parcialmente por éstos. De hecho, habitualmente son sólo visibles el capuchón y el glande del clítoris, que se hallan en la parte superior de los labios menores, y que forman apenas una décima parte del volumen total del clítoris. Podemos decir que es el homólogo del pene masculino: tiene glande, prepucio y cuerpo. Reacciona prácticamente igual que el pene en cuanto que recibe gran flujo de sangre cuando se encuentra en estado de excitación. Al ocurrir esto, el clítoris se pone tenso y aumenta de tamaño, pudiendo llegar a duplicar su tamaño (algunos estudios señalan que puede llegar a triplicarlo). En su extremo existen más terminaciones nerviosas que en cualquier otro órgano (más de 8.000 terminaciones nerviosas), más incluso que el pene (entre 4.000 y 6.000 terminaciones nerviosas). Debido a su gran sensibilidad, muchas mujeres prefieren su estimulación indirecta, ya que la estimulación directa les resulta algo excesivo. Así como ocurre en los hombres, cuando la acumulación de sangre llega a cierto punto, en la mujer se desencadena un mecanismo reflejo de tensamiento de los músculos, contrayéndose. Estas contracciones expulsan la sangre que se encuentra en los tejidos y en los plexos venosos y crean las sensaciones orgásmicas. Podemos afirmar, pues, que mediante la adecuada estimulación del clítoris, éste es el único medio para que una mujer (físicamente sana, es decir, siempre que no sufra ningún tipo de disfunción) pueda alcanzar el orgasmo. Tampoco quiero decir que las caricias o los besos, incluso el coito u otras formas de amatoria, no ayuden a la excitación porque, por supuesto, sí que lo hacen. Una mujer que no esté excitada, por más que estimulen su clítoris, no logrará un orgasmo.

Algunos datos que en los últimos tiempos se está dando sobre el clítoris son, por ejemplo, que el clítoris no envejece pudiendo ofrecer a la mujer orgasmos intensos independientemente de su edad, o que el orgasmo del clítoris generalmente es más intenso y duradero que el del pene (aunque no siempre es así, ya que no todos los orgasmos son siempre iguales).

Por desgracia, en algunas culturas africanas se practica la infibulación o la ablación (Mutilación Genital Femenina) del clítoris a una edad muy temprana para evitar que las mujeres conozcan el placer sexual y el orgasmo. Esta práctica es considerada (en esas culturas) parte de un rito de iniciación a la pubertad que se supone que protege la virginidad de las mujeres y asegura que vivirán en castidad hasta el matrimonio. Para otras sociedades, creencias y culturas (por ejemplo, la occidental) se trata de una forma de discriminación, mutilación y represión hacia la sexualidad de la mujer y atenta contra los derechos humanos.


Si queréis profundizar un poco más sobre el clítoris, aquí os dejo un documental muy interesante. Cualquier consulta que me queráis hacer, podéis comentar o utilizar el correo electrónico ;)


Paula Sánchez, Sexóloga

sábado, 16 de marzo de 2013

El tamaño del pene



Uno de los grandes mitos de la sexualidad es el tamaño del pene. El tamaño del pene ha tenido gran relevancia a lo largo de la historia. Ha sido (y sigue siendo) un tema muy polémico. Al igual que en las diferentes etnias se distinguen el color de los ojos, el color de la piel, del cabello, la estatura… también se ha hecho distinciones del tamaño del pene. El tamaño del pene representa la virilidad masculina por lo que, cuanto más grande, más viril o más hombre se es. Esto ha sido así desde siempre en la cultura occidental. La media española, según los datos del 2011, oscila entre los 13.48cm y los 14.88cm (en erección). Estas cifras siguen preocupando a muchos hombres y, por qué no decirlo, también a muchas mujeres. Hay que tener en cuenta que un pene flácido “pequeño”, a la hora de ponerse en erección, crece más que otro pene que en estado de flacidez tenga un mayor tamaño. Es decir, cuanto más pequeño (en estado de flacidez) más crece, y cuanto más grande (en estado de flacidez) menos crece.


Tenemos que recordar que las mujeres también tenemos un equivalente al pene: el clítoris. Y, sin embargo, a éste último no se le da la misma importancia que al pene en cuanto al tamaño. De hecho, nos da igual que el clítoris sea más grande o más pequeño, que esté más arriba o más abajo. Y, si pensamos con un poco de lógica, si el clítoris es el homólogo femenino del pene masculino, tendría que representar una mayor feminidad cuanto mayor sea su tamaño. Pero esto no es así, entre otras cosas, por la represión de la sexualidad femenina a lo largo de la historia. Pero este es otro tema.


Pero entonces, ¿por qué preocupa tanto el tamaño? Médicos han afirmado que el tamaño sí que importa, sobre todo para las mujeres que tienen “orgasmos vaginales” (cosa que, por cierto, es muy dudosa). La vagina mide, en estado de reposo (es decir, sin excitación), entre 6cm y 8cm, dilatándose con la excitación. Las mujeres que tienen esos “orgasmos vaginales” son aquellas que tienen el famosísimo Punto G (algo así como un pequeño apéndice en forma de alubia que se encuentra a unos 3cm de la entrada de la vagina y que si es estimulado adecuadamente puede llegar a provocar un orgasmo), es decir, un 10% de las mujeres. Asique, por poco que mida un pene, se pueden lograr esos orgasmos sin necesidad de un gran tamaño. Ahora bien, si hablamos del grosos del pene, la cosa cambia. La vagina está dividida en 3/3, y solo el primer 1/3 (el que comienza en la entrada de la vagina) tiene terminaciones nerviosas. Por lo tanto, si ésta es la parte de la vagina que siente, cuanto más grueso sea el pene, ésta zona más se va a dilatar y, por lo tanto, produce más sensaciones. Pero da igual que el pene mida 10cm o 18cm (en erección) si en esos 2/3 restantes de la vagina prácticamente no se siente, por lo que el largo del pene, realmente, da un poco igual. Además de que la vagina se adapta al tamaño del pene. Entonces, ¿en qué se basan estos médicos para afirmar tal cosa? Resumidamente, se basan en unos estudios realizados a un número determinado de mujeres (no superior a 400 mujeres) en donde ven que muchas de estas mujeres si valoran el tamaño del pene en sus relaciones, pero no que el tamaño de éste influya a la hora de lograr un orgasmo.


Recalco que siempre se hacen estos estudios respecto a relaciones heterosexuales y teniendo siempre presente el coito vaginal, por lo que (bajo mi punto de vista) no los considero estudios fiables, ya que no se contemplan otro tipo de relaciones ni formas de expresión de la sexualidad, y tampoco sin tener en cuenta otros factores como las caricias o el deseo.


En definitiva, el tamaño del pene es y seguirá siendo una cuestión importante, sobre todo para los hombres, porque es una seña de virilidad y, para muchos hombres y mujeres, no les sirve de consuelo “el tamaño del pene no importa”. Si a un sujeto le importa el tamaño de su pene, entonces será importante. Si no, no se le dará excesiva importancia. Pero esto es algo que cada cual debe manejar como mejor sepa.

Para cualquier duda podéis dejar un comentario o escribirme al correo electrónico.



Paula Sánchez, Sexóloga